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H2 Magallanes: ¿cuánto es demasiado verde?

By 2 de octubre de 2025No Comments

El concepto de energía limpia —y en particular el hidrógeno verde— despierta entusiasmo como alternativa para descarbonizar y posicionar a Chile como un actor global en transición energética. Pero cuando un proyecto propone 600 aerogeneradores en 72.000 hectáreas y valora su iniciativa en USD 16.000 millones, la reflexión debe elevarse: ¿puede la escala convertirse en su propio riesgo?

Recientemente, el promotor del proyecto, TotalEnergies H2, solicitó suspender temporalmente la tramitación ambiental mientras responde más de 800 observaciones al Estudio de Impacto Ambiental. El plazo original vencía en septiembre de 2025, pero fue extendido hasta 7 de diciembre de 2026. (Fuente: BioBioChile) Esta decisión muestra que detrás del ímpetu verde también hay incertidumbre técnica, territorial y social.


Estado del proyecto y contexto estratégico

  • El proyecto H2 Magallanes ingresó al SEIA en mayo de 2025, con la etiqueta de la mayor iniciativa de hidrógeno verde hasta ahora en Chile. (El Mostrador)
  • Su propuesta: un parque eólico de 5 GW, producción de hidrógeno a través de electrólisis con agua de mar tratada, conversión a amoníaco verde y exportación desde un terminal portuario. (Hyvolution 2025)
  • Se proyectan hasta 10.000 empleos en construcción y unos 1.000 en operación. (Hyvolution 2025)
  • La infraestructura abarcaría una estancia de 72.000 hectáreas, de las cuales unos 4.000 ha se destinarían a instalaciones claves (plantas, tendidos eléctricos, puerto) según el EIA ingresado. (Hyvolution 2025)
  • El promotor también firmó un convenio con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) para intervenir caminos públicos como parte de su zona de influencia. (H2 Magallanes)

Este proyecto forma parte de un conjunto más amplio de iniciativas de hidrógeno verde en Chile. (Interferencia) Además, el Gobierno ha ingresado un proyecto de ley con incentivos tributarios para productores de hidrógeno verde, incluyendo un crédito de hasta US$2.800 millones y beneficios fiscales específicos para la Región de Magallanes y la Antártica Chilena. (Hacienda)


Principales riesgos e interrogantes que el “stand-by” revela

1. Vacíos técnicos y exigencias críticas

La suspensión temporal no es menor: refleja que los observadores han identificado lagunas profundas. Algunas exigencias son:

  • Estudios complementarios de mamíferos marinos y pingüinosen la zona marítima.
  • Modelamiento de riesgo de colisión de avesfrente a los aerogeneradores.
  • Caracterización arqueológica de hallazgos y rutas culturales en el área de influencia.
  • Mayor detalle en diseño de rutas, obras auxiliares, accesos, infraestructura portuaria y líneas HVAC. (BioBioChile)

Estas exigencias no son decorativas: ponen el foco en impactos que pueden definir la viabilidad ambiental y social del proyecto.

Contenido del artículo

2. Escala vs absorción territorial

La ubicación del proyecto está cercana al Parque Nacional Pali Aike, un espacio con valor ecológico, geológico y patrimonial. (Radio Universidad de Chile) La instalación masiva de infraestructura puede fragmentar hábitats, afectar especies vulnerables, modificar microclimas y producir efectos visuales y acústicos.

La historia ambiental muestra que cuando los estudios no son completos desde el inicio, los impactos emergentes pueden superar las capacidades de gestión local.

3. Presión social, gobernanza y legitimidad

El hecho de que la empresa pida suspender el trámite revela que incluso el promotor considera necesario ajustar su propuesta frente a exigencias sociales, técnicas y ambientales.

Las comunidades receptoras deben enfrentarse a oleadas de trabajadores, transporte pesado, disturbios en servicios básicos y desafíos de gobernanza local. Pero si la participación ciudadana no tiene dientes vinculantes, ese desequilibrio podría traducirse en conflictos o desconfianza.

4. Viabilidad y apuesta arriesgada

El hidrógeno verde aún enfrenta retos de eficiencia, costos de transporte y mercado seguro (offtakers). Lanzar un proyecto de esta magnitud sin haber cerrado algunos aspectos técnicos y ambientales puede acercarlo peligrosamente al terreno del “riesgo no asumido”.


Reglas del juego que debería cumplir

Para que este megaproyecto tenga sentido más allá de la promesa, proponemos que su discusión pública exija:

  1. Transparencia absoluta: publicar todos los antecedentes complementarios, datos de modelamientos y mapas descargables.
  2. Monitoreo independiente y adaptativo: auditorías externas, participación ciudadana en seguimiento, mecanismos de suspensión automática si se exceden umbrales.
  3. Zonas de reserva estricta definidas antes del diseño final: ecosistemas clave que no pueden ser tocados.
  4. Comités locales vinculantes, con poder real de intervención, no solo con función consultiva.
  5. Ejecución por fases piloto, donde se testeen impactos reales antes de desplegar toda la infraestructura.
  6. Compensaciones ecológicas reales: restauración activa y mejora neta de ecosistemas, no sólo medidas cosméticas.
  7. Capacidades institucionales fortalecidas en SEA regional, servicios ambientales y fiscalización local.
  8. Plazos con responsabilidad legal: compromisos claros, sanciones y garantías por incumplimiento.

Invitación al diálogo: tu voz importa

Este proyecto, por su magnitud y ambición, no puede decidirse fuera del debate ciudadano. Lo que está en juego no es solo energía “más limpia”, sino territorios, identidad, patrimonio, vida local. Las decisiones tomadas hoy tendrán efectos por décadas.

Te invitamos a comentar:

  • ¿Cuál crees que debe ser el límite de intervención en territorios frágiles?
  • ¿Qué preguntas desconoces y quisieras que los promotores respondan claramente?
  • Si vivieras en la zona, ¿cuáles serían tus condiciones para aceptar un proyecto como este?

Comparte tu opinión más abajo, compártelo en tus redes y generemos juntos ese diálogo que la transición requiere.

BTG Consulting SPA

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